¿Pero a esta niña que le pasa?, pero si es que era
buenísima y desde que ha nacido el hermanito cada día es peor!!!! Ahhhhhhh!!!
No os ha pasado? Yo desde hace unos meses, cada día es una nueva experiencia. La
verdad es que al principio la peque lo llevaba fenomenal, estaba encantada con
su hermanito pequeño, y todo eran mimos y carantoñas, pero de repente, llegó el
verano y… zas!!! Mi muñeca rubia, se
convirtió en una diablesa en potencia, y, cual cachorrillo, empezó a marcar
cada vez más su territorio: “esto es mío”, “tú eres un bebe y yo soy muy
mayor”, “que rico que eres, pero por si acaso te muerdo…” y así un día, y
otro…. Pero, ¿por qué les pasa? ¿Qué podemos hacer?.
En mi inquietud por saber como atajar esta situación
(esperemos que pasajera) me he puesto a investigar por la red, y he encontrado
un artículo (os dejo el link por si os interesa leerlo completo -http://www.solohijos.com/html/articulo.php?idart=25-)
en el que entre otras muchas cosas interesantes nos da una serie de pautas a
seguir que os resumo:
1. No sólo es importante qué ocurre una vez
ha nacido el bebé, sino también qué pasa durante el embarazo y el parto.
2. Debemos
ser nosotros los que informemos a nuestro hijo de la llegada de su nuevo
hermano.
3. Cuando
nos pregunte donde esta su hermano, debemos informarle claramente. Es preferible explicar lo necesario y adaptarlo a su
edad que inventar historias que no llevan a ninguna parte.
4. Al referirnos a su hermano, hablaremos de
"nuestro bebé". Es bueno empezar a transmitir la idea de que será un
miembro más de la familia al que se debe querer y cuidar.
5. Debemos
hacerle sentir que lo queremos mucho,
que nuestro cariño por él no va a disminuir y que ese nuevo hermanito no le va
a quitar su puesto.
6. Si
se prevén cambios de habitación, deben hacerse tiempo antes del nacimiento del
nuevo hijo. de este modo evitaremos que piense que la
llegada del bebé lo desplaza y le arrebata sus cosas.
7. Si el hospital lo permite, debemos
dejar que nuestro hijo visite a su madre y a su nuevo hermano durante los
días que estén ingresados. No perder la comunicación en estos días es vital
para que nuestro hijo no se preocupe por la salud de su mamá.
8. Al regresar a casa, es una buena idea
llevarle un regalo y decirle que se lo trae su hermano. La primera vez que
nuestro hijo vea al bebé, es aconsejable no tenerlo en brazos y que sea él
quien pueda acariciarlo e incluso cogerlo.
9. Debemos
reforzar todo lo que nuestro hijo haga
para cuidar a su hermano y colaborar con nosotros. Debemos abrazarle y elogiarle, mostrar nuestra satisfacción por lo bien
que se comporta y, sobre todo, hacerle sentir importante. Le explicaremos las
ventajas que tiene ser mayor y lo orgullosos que estamos de él.
10. No será
extraño que nuestro hijo quiera tomar el biberón o que le acunemos como hacemos
con el bebé. ¿Y por qué no?
11.Puede darse el caso de que sea agresivo con su
hermano. Si esto ocurre, debemos demostrarle que
esa conducta no la aceptamos. Es probable que su comportamiento cambie y se
canalice la agresividad hacia juegos de lucha o pegando en la guardería. De un
modo u otro, a medida que pueda ir entendiendo la nueva situación, la
agresividad irá disminuyendo.
12.En algunos casos, también podemos observar
alteraciones en el sueño o la alimentación, incluso antes de que nazca el
bebé
13. Por último, es recomendable no juntar la crisis de la
llegada de un hermano con otros cambios importantes, como ir a la guardería,
cambiarse de domicilio
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